caso ganado

El caso ganado

La historia de este caso ganado por el equipo de Abogados de Sammos Legal, comenzó en junio de 2023, cuando María decidió mejorar su sonrisa. Como muchas personas de su edad, había perdido dos piezas dentales inferiores y deseaba recuperar no solo su funcionalidad masticatoria, sino también su confianza personal. Acudió a una clínica dental de las muchas que han proliferado por Barcelona y por las demás grandes ciudades de España, que le prometió una solución rápida y eficaz: la colocación de dos implantes osteointegrados en las posiciones donde antes estaban sus molares.

Lo que debía haber sido un procedimiento rutinario se convirtió en una pesadilla. El odontólogo, al que llamaremos ‘Dr. P’ para mantener la confidencialidad del caso, colocó los implantes sin respetar las distancias mínimas recomendadas y sin considerar las estructuras anatómicas vecinas. El resultado fue catastrófico: uno de los implantes perforó la raíz del canino sano adyacente, causando daño irreparable, mientras que el otro comprometió gravemente un implante preexistente que María tenía desde años anteriores.

Nuestro análisis del caso ganado

Cuando María llegó a nosotros, ya había pasado por múltiples consultas de segunda opinión y había un denominador común en sus opiniones: podría ser víctima de una mala praxis. Como especialistas en negligencia médica odontológica, inmediatamente reconocimos los signos típicos de este tipo de casos.

Lo primero que llamó nuestra atención fue el consentimiento informado que había firmado. Aunque técnicamente cumplía con los requisitos legales básicos, era vago en cuanto a los riesgos específicos relacionados con su situación particular. No mencionaba claramente el riesgo de dañar estructuras anatómicas vecinas como dientes adyacentes, y mucho menos advertía sobre la posible pérdida de piezas dentales sanas debido a una colocación inadecuada.

Encargamos de inmediato un informe pericial a uno de los mejores especialistas en implantología de Barcelona. Los resultados fueron contundentes: el Dr. P había violado múltiples protocolos establecidos. No había respetado las distancias mínimas entre implantes, había dañado estructuras vecinas y no había planificado adecuadamente el tratamiento considerando la anatomía específica de María.

El proceso de negociación

Una de las ventajas de trabajar con casos de negligencia médica es que, cuando la evidencia es tan clara, las compañías de seguros suelen preferir la negociación extrajudicial antes que arriesgar una sentencia desfavorable en los tribunales. Sabíamos que teníamos un caso sólido, pero también éramos conscientes de que María necesitaba una resolución rápida para poder continuar con su tratamiento correctivo.

Iniciamos el proceso enviando una carta de reclamación extrajudicial a la aseguradora del ‘Dr. P,’ acompañada de toda la documentación médica y nuestro informe pericial detallado. En nuestra comunicación, dejamos claro que estábamos preparados para llevar el caso a juicio, si no se alcanzaba un acuerdo justo y razonable.

La respuesta inicial de la compañía fue, como suele ocurrir, de negación total de responsabilidad. Alegaron que el tratamiento había sido correcto y que las complicaciones eran normales en este tipo de procedimientos. Sin embargo, nosotros teníamos pruebas irrefutables: radiografías que mostraban claramente la perforación radicular, informes de especialistas que confirmaban las infracciones a los protocolos estándar, y evidencia fotográfica del estado periodontal comprometido.

La valoración del daño

Para determinar una indemnización justa, aplicamos el sistema de valoración de daños buco-dentales establecido en el Real Decreto Legislativo 8/2004, adaptándolo específicamente a casos de negligencia odontológica. Este sistema nos permitió cuantificar tanto las secuelas físicas como el impacto emocional y económico que había sufrido María.

Calculamos las secuelas permanentes: la pérdida del canino sano (1 punto según el baremo), el compromiso periodontal de las prótesis existentes y nuevas (que afectaba prácticamente al 18.75% de sus piezas dentales), y la reabsorción ósea con periimplantitis en la región afectada (3 puntos adicionales).

También incluimos las lesiones temporales: los 385 días de perjuicio personal básico correspondientes al tiempo de tratamientos correctivos, los 35 días impeditivos durante los cuales María tuvo que estar de baja médica por el dolor intenso, y todos los gastos de asistencia sanitaria soportados

Uno de los aspectos más importantes de la valoración fue el daño moral. María había sufrido no solo dolor físico, sino también un impacto psicológico significativo. Había perdido la confianza en los profesionales médicos, experimentaba ansiedad antes de cualquier cita dental, y su calidad de vida se había visto seriamente afectada. Estos daños, aunque difíciles de cuantificar, son reconocidos cada vez más por los tribunales españoles.

El acuerdo final

Después de tres meses de intensas negociaciones, logramos alcanzar un acuerdo extrajudicial que superó nuestras expectativas iniciales. La compañía de seguros aceptó abonar una indemnización total de 25.500 euros.

Con la indemnización, María pudo completar su tratamiento correctivo en una clínica especializada de reconocido prestigio. Se le realizó la explantación del implante mal colocado, la exodoncia del canino dañado, y la colocación de un nuevo implante en posición adecuada. Todo el proceso se desarrolló sin complicaciones, siguiendo estrictamente todos los protocolos de seguridad que habían sido ignorados en el tratamiento original.

Reflexiones profesionales sobre el caso

La negociación extrajudicial con la compañía aseguradora del profesional negligente, aunque no siempre es posible, resultó ser la estrategia correcta en este caso ganado. Nos permitió evitar los años de litigio que habría supuesto un juicio, reducir el estrés emocional para María, y conseguir una resolución satisfactoria para todas las partes. La clave del éxito fue nuestra preparación exhaustiva y la solidez de la evidencia que presentamos desde el principio.

Lecciones aprendidas

Este caso ganado nos enseñó varias lecciones importantes que aplicamos ahora en todos nuestros casos similares:

  • Primero, la importancia de actuar rápidamente: cuanto antes se inicie la reclamación, mejor se conserva la evidencia y más posibilidades hay de alcanzar un acuerdo favorable.

  • Segundo, la necesidad de contar con expertos médicos de primera línea. Nuestro informe pericial fue fundamental para demostrar la negligencia, y sin él, la negociación habría sido mucho más difícil.

  • Tercero, la importancia de documentar no solo los daños físicos, sino también el impacto psicológico y emocional. Los tribunales españoles están reconociendo cada vez más estos daños, y pueden representar una parte significativa de la indemnización final.

Un final con esperanza

Hoy, casi dos años después de aquel primer encuentro en nuestro despacho, María es una de nuestras historias de éxito favoritas para contar como caso ganado. No solo porque logramos una compensación económica justa, sino porque pudimos ayudar a alguien a recuperar algo mucho más valioso: su calidad de vida y su autoestima.

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Derecho Penal

Luis López

Abogado – Socio Área de Responsabilidades y Empresa

Sammos Legal Abogados